29 de junio de 2022

Estación de Tormentas


Sinopsis
:
 
Una vez más, las aventuras del famoso brujero Geralt de Rivia nos llevarán a un pueblo costero llamado Kerack, al oeste de Brokilon. Le acusarán falsamente de fraude, le encerrarán para luego liberarlo bajo fianza y, para colmo, le robarán sus preciadas espadas. Mucha mala suerte junta... hasta que descubre que, tras tantos imprevistos, se encuentra la hermosa hechicera Coral. Obviamente, nuestro amigo se verá envuelto en ciertas cuestiones entre magos, políticos y gobernantes; siempre acompañado por su fiel compadre Jaskier.
 
 
Opinión:
 
Nos encontramos ante el octavo libro de la saga del brujo más amado de todos los tiempos. Eso sí, esto es una precuela situada, más o menos, entre El Último Deseo y La Espada del Destino; primer y segundo libro, vamos. Así que hay que haberse leído antes la saga entera, u os comeréis spoilers bien grandes y hermosos.
 
Como es costumbre Sapkowski nos hará pasar un rato estupendo viajando con Geralt y el bueno de Jaskier. Por lo que es bastante normal que pocas veces les salgan bien las cosas a este par... por mucho que deseen pasar unos días de tranquilidad. O, simplemente, trabajando honradamente cada cual con su oficio.

Nada más llegar a Kerack, nuestro protagonista tendrá bastante difícil controlar esa Santa paciencia que tiene. Las guardias le recibirán de una forma muy particular, deberá dejar en depósito sus amadas espadas, que recordemos que son su vida, le acusarán de timo por un trabajo anterior en unas tierras cercanas y mucho más... hasta que por fin consigue entrar de una vez en la ciudad. Por supuesto, se meterá en muchos más líos en territorios colindantes, sin quererlo, y tendrá que lidiar con una poderosa hechicera que no le dejará escapar de sus dominios tan fácilmente; hasta que la ayude en sus propósitos.
 
Para mí, que poco objetiva puedo ser a estas alturas de la vida siendo tan fan de la saga, los juegos y la serie, os diré que he disfrutado bastante de Estación de Tormentas. Es como volver a casa... Disfruto una barbaridad acompañando a don Geralt y Sardinilla en sus viajes. Y si se une el virtuoso bardo y algunos amigos/as más, pues se completa el grupo perfecto para un el desmadre en el que suelen convertirse sus correrías. Además, el sarcasmo que se gasta nuestro amigo es maravilloso.

En definitiva, si al igual que yo os lo habéis pasado estupendamente bien leyendo o releyendo la saga completa, no podéis dejar que se escape esta precuela. ¿Quién podría resistirse a los encantos de tremendo mundo lleno de seres mágicos y a un brujo que es un cachito de pan y que se dedica a eliminar a los monstruos que atacan a los humanos, entre otros menesteres? Yo, desde luego que no. Imposible del todo.
 

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