1 de agosto de 2016

Kyoukai no Rinne


Mamiya Sakura es una chica tranquila que, desde pequeña, tras perderse por el bosque tras la casa de su abuela, es capaz de ver y percibir espíritus. Ahora, estudiante de instituto, lo único que desea es dejar de verlos; es decir, que la dejen tranquila porque, por su situación, acuden a ella con bastante insistencia.

En su clase, en el escritorio que está a su lado, que curiosamente siempre ha estado vacio porque el susodicho compañero no ha aparecido ni una vez desde el comienzo de curso, comenzará a ir a clases de buenas a primeras y Sakura comprobará de primera mano que el muchacho es mucho más de lo que aparenta ser...

Kyoukai no Rinne, de Rumiko Takahashi, vuelve a embelesarnos con su simpática y entretenida historia, donde encontraremos a esos personajes tan característicos y entrañables que esta señora suele crear. 

Para mí, este anime ha sido un agradable descubrimiento, pero debo decir que, hablando sobre el progreso en general de la trama... esta no avanza nada. Sí, aparecen nuevos personajes de vez en cuando para hacer la vida de los protagonistas un poco más complicada, pero nada más. Es lo mismo ver 15 capítulos que 40. Apenas hay nada nuevo que indique que ciertas cosas van a cambiar...  Eso sí, son muy disfrutables y con la suficiente comedia de por medio como para querer continuar viéndola. En mi caso, por lo menos.

Sobre personajes... Bueno, no hay nada que no se conozca ya por otras obras de la autora. Quizás puedan recordar algunos a otros personajes, sobre todo, la personalidad de Rinne. No me preguntéis por qué, pero me recordaba a Inuyasha. Ni idea de por qué... Quizás por la forma de actuar en algunos momentos cuando Sakura anda cerca.

No sabría si recomendarlo. Si sois muy fans de Takahashi o suele gustaros el sentido del humor que utiliza en sus obras, vedla; si no, podéis probar con la primera temporada a ver qué tal. Por ahora son dos y esta segunda aún no ha terminado.


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