7 de junio de 2017

El Libro de los Portales

Nuestra historia comienza presentándonos a Tabit, un joven pintor de portales que está a punto de terminar sus estudios en la famosa Academia donde pueden aprenderse todos los misterios de tan secreto arte. Arte que poco mágico tiene, a pesar de lo que el pueblo piensa, puesto que para hacer un portal hacen falta ciertos conocimientos científicos y geográficos.

Por otro lado, y sin que Tabit y demás amigos, compañeros y conocidos se percaten en un principio, empezarán a suceder extraños sucesos. Uno en particular, hará que nuestros amigos empiezen a indagar para intentar resolver tan desesperado problema, que se les presentará de un día para otro, sin que puedan evitar verse involucrados en él.

Parece que hace unos años empecé una especie de tradición de ir a libro de Laura Gallego por año y, 2017, no iba a ser menos... En esta ocasión, me he aventurado con El Libro de los Portales. Obra a la que le tenía bastantes ganas.

Hablando en general, me ha parecido una historia interesante que atrapa desde el primer momento. Algo muy común en las obras de esta autora. Por lo menos, en mi caso, Laura siempre consigue que no quiera parar de leer hasta que llego a la última página.

La trama me ha parecido interesante y la idea de los portales me resultó muy original, con los enigmas que se nos presentan y todo el entramado de la Academia, aunque sea algo que ya pueda sernos familiar de otras historias con artes mágicas de por medio. Pero debo admitir que, a pesar de haberme gustado, y creedme que me leí el libro rapidísimo, me esperaba algo más místico en la elaboración y utilización de esta forma de desplazamiento tan particular; es decir, más o menos me imaginaba que los portales los utilizarían de la forma en que los usan los personajes pero, no sé... me esperaba algo un tanto distinto a lo que me encontré. No sabría decir el qué... Aun así, repito que me ha gustado el libro y me ha tenido intrigada hasta el final.

Sobre personajes... No hay ninguno que me haya llamado la atención especialmente, pero había un par de chicas que me resultaron más curiosas que el propio protagonista. En un principio, el muchacho me caía bien pero, con el pasar de las páginas, poco cariño le terminé cogiendo. Por lo demás, bien. Un amplio y ancho país muy bien estructurado en el que quien puede permitirse pagar un portal, es el que manda.

En conclusión, si os gustan las historias de fantasía y misterio, dadle una oportunidad. Es de lectura rápida y amena, en el que tendréis que viajar entre innumerables portales para descifrar los secretos de este misterioso arte del que aún poco sabemos.

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