7 de abril de 2021

Shadows Return

Sinopsis:

Cuarto libro de la saga Nightrunner, o como la conocemos en España hasta el tercero, El Mensajero de la Oscuridad, escrita por Lynn Flewelling. Hay spoilers importantes aquí en la sinopsis del libro anterior.

Tras la ansiada victoria en Aurënen, nuestros protagonistas vuelven a Rhíminee, aunque con bastantes aliados fallecidos o exiliados de Skala, por lo que les resultará harto complicado permanecer en la capital. Debido a esto y a la aburrida monotonía, aceptarán un nuevo trabajo en la patria de Seregil. Lugar donde serán emboscados y separados para enviarlos al mercado de esclavos de Plenimar; dominios que aún permanecen en guerra con Skala.

 

Opinión:

No os podéis hacer una idea, ni remotamente cercana, de lo muchísimo que sufrí con este libro... ¡No me malinterpretéis! Es decir, me ha encantado una barbaridad el enfoque que la autora le ha dado a la historia y, cuando percibí a qué clase de dificultades se iban a encontrar mis amores Alec y Seregil, os aseguro que casi me subo por las paredes, al igual que nuestro amigo y vecino Spiderman, porque madre del amor hermoso todo lo que se les viene encima a este par en Shadows Return. Solo de recordarlo se me ponen los vellos como escarpias y se me parte el alma en miles de trocitos. Pero, como dije, es un tomo increíble y es muy difícil soltarlo, de lo interesante que se pone. Y, creedme, que el nivel de incertidumbre se pone casi por las nubes.

Esta novela se publicó 10 años después de La Luna del Traidor y me pareció muy completa, a parte de dejar un listón altísimo también, y por traer nuevos aires (que no se ven de venir) a la saga. Lo cual me parece maravilloso. Una historia que no deja de sorprender y atrapa tanto como este, sindo un cuarto libro ya, me parece una absoluta proeza. Es verdad que los protagonistas interactuarán algo menos con ciertos otros compañeros y amigos pero, creedme, que van a tener suficiente con su nueva visita a Aurënen.

Como curiosidad, añadiré algo sobre la traducción. Cosa que no suelo hacer, pero aquí me ha llamado la atención de forma alarmante... En La Suerte de los Ladrones, uno de los varios personajes que Seregil interpreta/ se disfraza es un bardo llamado Aren Windover. Yo lo conocí como Aren Silverleaf. En una conversación, mencionan a dicho personaje y os aseguro que estuve varios capítulos pensando quién era ese "Aren Windover" (me leí este libro en inglés y los tres primeros en castellano) hasta que caí en la cuenta de que eran el mismo personaje porque no aparece nadie más que se llame "Aren". Me volví a leer la conversación del primer libro en la que Seregil le explica a Alec el por qué se creó esa identidad secreta como bardo y el por qué decició llamarle así. Os aseguro que con el nombre original cambia por completo la conversación entera. Entiendo que el "Silverleaf" en particular pueda quedar muy musical y élfico (el prota tiene ciertas similitudes con dicha raza de la que aquí no aparece nadie), pero es que le quita toda la gracia a la conversación y cambia el significado por completo. Es más, te quedas como que falta algo... ¡Claro que falta! El apellido correcto es lo que se necesita ahí. No uno inventado, sin relevancia alguna. Me dio mucho corage encontrarme esto. Si la conversación fluyera igual con ambos apellidos, me daría igual, pero teniendo significado e importancia como tiene... pues mira, me enfada que se hagan estas cosas. Y, además, ¡el apellido sigue estando en inglés! Menos lo entiendo, de verdad. 
 
Y lo peor de todo es que no me he encontrado esto una sola vez, ¡sino dos! La otra es con el nombre de la taberna que administran los protagonistas: The Stag and the Otter en la versión inglesa y El Ciervo y el Dragón en la española. Vamos a ver... que alguien me diga en qué se parecen un dragón y una nutria, porque yo no les veo parecido ni en el pelaje siquiera. Oh wait! Que uno es un lagarto y el otro es un mamífero. Empiezo a pensar que a la persona que tradujo la saga no le caía bien Seregil... Y como todos sabemos ya a estas alturas, la nutria es su espíritu animal. Su verdadera naturaleza interior. ¿Que un dragón queda mejor? Pues depende. A todos nos gustan, sí; pero la nutria tiene su importantísimo significado aquí, de ahí el nombre de la puñetera taberna, y los dragones pues tienen otro en La Luna del Traidor. Como con el caso anterior, me revientan cosa mala estas cosas. Lo vuelvo a decir: los detalles fundamentales de una historia no hay que cambiarlos.
 
En fin, resumiendo y dejando a un lado el tema traducción... Shadows Return me ha parecido igual de bueno y entretenido que los anteriores volúmenes. La autora juega aquí bastante con los sentimientos del lector, a parte de con sus propios hijitos, y deja la puerta abierta para la continuación: The White Road.
 

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