Reflexión de Año Nuevo 2017

Cada principio de año me gusta hacer una valoración del año anterior y ponerme un poco filosófica; o mucho, dependiendo del año. Este 2017 creo que voy a hacer todo lo contrario que llevo haciendo todos estos años que el blog: no me voy a enrollar tanto y va a ser una reflexión más corta. Y para qué nos vamos a enganar... siempre digo lo mismo y luego me sale una tocho entrada en la que me pierdo hasta yo. En fin, a ver qué sale esta vez... (^o^)

Empezaré diciendo que en el 2016 ha habido momentos de toda clase de colores: unos buenos y geniales, otros regulares y otros que ya me gustaría a mi olvidar y enviarlos a lo más profundo del averno, para no volver a acordarme de ellos jamás. Pero así es la vida y hay que seguir adelante.

De los buenos momentos me quedo con la visita de mi amigo Zell desde tierras gaditanas y el conocer a Ritsuka-chan en el Salón de estos lares. ¡Hay que repetir! Sin duda, de lo mejor del año. También ha habido otros y añadiré una buena noticia (a medias, más bien, por ahora), que me dieron en agosto, aunque lo que le sigue se verá en el primer trimestre del año. O eso espero... Así que me pondré en modo positivo a full cual Goku convirtiéndose en super saiyajin. Como siempre, vamos xD

De los momentos reguleros y desastrosos lo único que diré es lo siguiente: ¡iros a tomar por c*lo! Así, directamente y sin vaselina. Que jode. Pues sí... y mucho. Sobre todo cuando hay que tragárselas cuadradas del tamaño de un templo de colosales dimensiones. Y bueno, sobre la noticia de la que comento arriba, de la que no diré nada más, también es regulero y algunas veces (por no decir casi siempre) es una verdadera m**rda, pero ¿qué se le va a hacer? Pa'lante.

¿Propósitos para este año? Algunos hay por ahí sí...

• Salud 
• Trabajo
• Aprobar inglés (of course :P)
• Terminar la historia que tengo entre manos
• Leerme algunas sagas pendientes, tanto de libros como de mangas (tengo miles por leer xD)
• Ver mucho anime/series

Y alguno más que seguro que irá surgiendo con el pasar de los meses.

En fin, hasta aquí mi reflexión anual. ¡Nos vemos el próximo jueves!

2017... ¡ALLÉVOY!