27 de diciembre de 2018

Kuroi Jukai. El mar de los árboles negros

Sinopsis:

El protagonista de nuestra historia se llama Leiji Takeda y es el quinto hijo de una rama secundaria del poderoso clan Takeda. Al estar tan alejado de la cúspide de la familia y de la suya propia, el muchacho no aspirá a conseguir glorias militares ni de ninguna clase, hasta que, un día como podría haber sido otro cualquiera, le envían a una misión rutinaria (más que nada, para quitarlo de en medio durante un tiempo) a través de los caminos y senderos de las montañas de la provincia de Kai. Una misión que, lejos de lo que Leiji esperaba, será el comienzo de un largo viaje hacia la madurez donde se encontrará con objetos malditos y unos compañeros que aligerarán y bendecirán tan larga travesía.


Opinión:

Tenía unas ganas loquísimas de leer esta obra de Carlos Páez desde que la editorial Chidori la anunció. La época en la que se desarrolla la trama es de esos momentos históricos que me llaman la atención una barbaridad, porque la era Sengoku es un periodo de guerras civiles en Japón. El país estaba dividido en provincias y, claro, el señor de cada una quería agenciarse las demás entre tratados y ofensivas.

En general, Kuroi Jukai: El mar de los árboles negros me ha encantado, al igual que la forma de escribir de su autor. Era la primera vez que leía algo suyo y redacta de tal forma, que te atrapa en la historia y es imposible separarse del libro.

Por otro lado, la trama es más aventurera de lo que pensé en un principio. No me preguntéis por qué, mi mente es un misterio... Pero ha sido una lectura muy entretenida, ágil e interesante donde disfruté de lo lindo. Además, aprendí unas cuantas cosas y eso siempre es bueno. Por ejemplo, el título de la obra hace referencia al extenso bosque que hay en la falda del monte Fuji. Yo lo conocía desde hace tiempo, tras ver un documental típico del canal de TV La 2, pero no me acordaba del nombre; sí de algunas peculiaridades del lugar. Cuando descubrí a través de Leiji que era aquel bosque y que sería una parte importante de la historia, me sentí muy contenta, porque no es una zona que sea muy común encontrar en la literatura. Generalmente se tiene como un lugar maldito y de mala suerte. Y otra cosa que me hizo también muchísima ilusión, es que el autor añadiera onna bugeisha (mujeres samurai) a su relato. Algo muy raro de encontrar fuera del mundo manganime. Por lo menos, pocas veces las he visto en una obra de estas características.

Sobre personajes, diré que es bastante completo y para todos los gustos, ya que el autor juega con personajes históricos, mezclándolos muy sutílmente con los propios, dando al lector la impresión de que más reales no pueden ser. Y confesaré que más de una vez tuve que buscar si tal o cual existió, para quitarme las dudas... E incluso, hay un cameo de uno de mis estrategas favoritos, cuyo nombre no diré para que os llevéis la sorpresa cuando leáis Kuroi Jukai.

En definitiva, una lectura muy satisfactoria que disfruté de principio a fin, como ya dije. Ha sido un verdadero placer adentrarme en la era Sengoku de la mano de Carlos Páez, y aprender y recorrer tan extensas y enigmáticas tierras.

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