17 de agosto de 2022

I am the years, you are the stars


Sinopsis
:
 
Por un lado, tenemos a Jin Xiao Yu. Una muchacha jovial y alegre que tiene una extraña enfermedad incurable. Por otro, tendremos al guapo y enigmático diseñador de ropa Jiang Bai Ju, que sufrirá un aparatoso accidente. Dos personas tremendamente distintas que se conocerán de la forma más inusual y tratarán de desvelar ciertas incógnitas que llevan años intentando de averiguar, sin éxito, cada uno por su cuenta.
 
 
 
Opinión:
 
No os voy a mentir: la ví solo porque Liu Hai Kuan sale como protagonista y me gusta cómo actúa. Además, canta el OP; que es muy bonito, por cierto.

A grandes rasgos, os diré que la trama principal no está nada mal. Tiene fantasía, cierto humor de por medio y algo de misterio. Vale. Hasta ahí, bien. Es lo que suele atraerme. Ningún problema con eso. La terminé de ver porque tenía bastante interés en saber cómo se resolvían las cosas entre los personajes protagonistas y amigos. Además de las risas y que me estaba alegrando la vista con el buen hombre, claro. Sin embargo, de vez en cuando introducen algunas historias secundarias (no todas) que me dieron verdadera vergüenza ajena de lo insulsas que eran y de lo mal desarrolladas que estaban. Pero, en vez de quitarlo, pues seguí y me reí mucho con los sinsentidos y absurdeces porque, como dije antes, seguía teniendo interés en la historia de los protas. Eso sí, Xiao Yu es un pelín cargante en según qué momentos, cuando se pone a flirtear con cada tío que le pasa por el lado. Que tienes a Bai Ju al lado, mujer... ¿Cómo miras siquiera a otros, por favor, con tremendo cachito de pan cerca?
 
Siendo realista, este c-drama tuvo muy, muy poquito presupuesto... Cosa que no me suele importar mucho, si disfruto de lo que veo. Pero jamás perdonaré que el puñetero objetivo de la cámara estuviera sucio y siguieran grabando todas y cada una de las escenas que ocurren en el hospital. En ninguna más sucede esto. De verdad que no me creo que NADIE se percatara de que había motas de polvo. Que no eran pequeñitas precisamente, ni eran ni una ni dos. Y vosotros diréis: ¿qué pasa con esto? Imaginad mi cara pensando que se habían fundido a la vez algunos puntitos de mi pantalla pero... ¡Oh, sorpresa! Que era la serie y que nadie tuvo la picardía de comprobar cómo estaba la lente antes de grabar. Todavía me sorprendo de este hecho.
 
En definitiva, si estáis aburridos y queréis ver una serie curiosa y agradable sin muchas pretensiones, os diría que le echéis un ojo a I am the years, you are de stars. No es la quinta maravilla, pero se deja ver y no es muy larga. Son solo 24 capítulos y los tenéis en WeTV.
 
 

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