Kyouko Hori es una chica guapa e inteligente, por lo que a nadie se le pasa por la cabeza siquiera el que pueda llevarse bien con Izumi Miyamura. Uno de sus compañeros de clase y que es, en apariencia, el típico calladito y discreto al que suelen mirar como a un bicho raro. Pero este muchacho ayudará al hermano pequeño de Hori y entablarán una profunda amistad en la que ellos, y solo ellos, conocerán sus verdaderos "yo" y no la fachada que muestran en el instituto.
Opinión:
Viendo el montón de buenas críticas que tiene el manga, no dudé mucho a la hora de ponerme a ver su reciente versión animada. Que fuera corta ayudó mucho también, no lo voy a negar.
Como ya me imaginaba, la historia no es tan diferente a otras series de estudiantes por el estilo, pero sus dos protagonistas me parecieron un encanto y no pude resistirme a terminarla. Se me hizo muy amena y trata ciertos temas como, por ejemplo, el no juzgar a las personas por su apariencia. Siempre me parece muy interesante ver el tipo de enfoque que le darán en cada historia y, aquí, es de las cosas que más me gustó. A Hori le da igual cómo sea el look de la gente. Si alguien le cae bien, lo que diga el resto le dará absolutamente igual. Otro punto a favor es el diseño de los personajes, que me encantó. Y el colorido.
Quizás, la única pega que le encontré a Horimiya es que no se profundiza demasiado con las tramas de sus amigos y el resto de personajes secundarios. Sí, nos los presentan y nos cuentan un poco sobre ellos, pero me dio la sensación de que es muy de pasada y rápido. Pero entiendo que en 13 capítulos no se pueden extender una barbaridad y no son pocos personajes los que aparecen. Aún así, igualmente se les coge cierto cariño.
En definitiva: no me importaría que tuviera otra temporada. Aunque admito que no es un anime que me volvió loca, pero sí que lo disfruté bastante como para querer echarle una ojeada al manga en un futuro.
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