Tamas, el Mariscal de Campo del reino de Adro, ha encabezado el golpe de estado, provocando, a su vez, una cruenta guerra por el poder y las riquezas entre las Nueve Naciones. Contaba con el apoyo de la Iglesia, los mercenarios y los diferentes gremios de trabajadores, pero tendrá que mantenerlos bien cerca y vigilados si no quiere que sus "aliados" se pasen al bando de los realistas. Solo puede contar con los pocos Magos de la Pólvora que quedan bajo su mando; incluyendo a su propio hijo.
Llegado el momento, al verse sobrepasado por tantos frentes abiertos y tan escasos efectivos a su disposición, será consciente de que necesita que ayuda y contratará a un inspector de policía retirado para que investigue ciertos asuntos místicos de los que él mismo es incapaz de hacerse cargo.
Opinión:
Voy a decir de forma clara y sin rodeos lo que me ha parecido este primer volumen de la trilogía Los Magos de la Pólvora aunque, luego, trataré de extenderla: ¡me ha encantado! ¡Mucho! Es mi primer contacto con el autor y quedé encantadísima, a la par de intrigada a más no poder.
Desde el primer momento, te atrapa entre sus redes y te mantiene con unas ganas inmensas de continuar la lectura. A mí, por lo menos, es lo que me ocurrió. Cuenta con una trama atractiva, cautivadora y tremendamente absorbente que, como dije, hace que sea difícil el soltar el libro. Además, los personajes que habitan entre las páginas de Promesa de Sangre tienen unas personalidades muy bien formadas y con unos ideales también bastante marcados.
Desde mi perspectiva, aunque haya personajes malvados que disfrutan haciendo daño y fastidiando a todo aquel que se les atraviese -es obvio que siempre los hay y los habrá-, debo decir que también me encontré con individuos "grises". Es decir, personajes que no son tan buenos ni tampoco tan malos, sino que luchan con fiera convicción por sus ideas y sentimientos. Un buen ejemplo podría ser el propio Tamas, nuestro protagonista indiscutible. Se enfrenta a los realistas que se han dado a la buena vida durante años, olvidándose de las necesidades del pueblo llano, esclavizándolos y tratándolos como si fueran meros insectos. Sin embargo, el propio Mariscal también se deja llevar por sus pasiones y la ira debido a cierto suceso ocurrido años atrás. Por un lado, quiere ayudar al pueblo y sacarlos de la miseria en la que viven pero, por otro, desea desquitarse con la corte y cumplir su venganza.
Y, bueno, a parte de lo dicho, hay que sumarle el mundo tan fantástico al que nos transporta Brian McClellan y el tipo de magia tan original y único que ha creado. Me pareció fascinante que usaran pólvora para incrementar sus poderes de una forma tan asombrosa.
En definitiva, estoy deseando de tener La Campaña Escarlata, su continuación directa, entre mis manos. No puedo alegrarme más de haberme adentrado en esta saga. Es, a falta de una palabra mejor, una fantasía con todos los ingredientes para apoderarse de nuestras almas desde el mismo instante en que comenzamos a leer la primera frase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario