Suzuhara Mamoru es un joven bastante tímido y tiene como hobbie leer sobre diferentes campañas bélicas a lo largo de la historia. Tras descubrir que Chiyono Aya, su amiga de la infancia, vecina y primer amor, se muda a Tokio en pocos días y que ella se niega a irse porque toda su vida está en ese pueblecito en el que se ha criado, reunirá el valor necesario para proponerle que se fugen juntos. A raiz de esto, ellos y cuatro compañeros de clase más se esconderán en una fábrica abandonada que, curiosamente, no está tan desierta como ellos creían.
Opinión:
Esta película me la encontré de casualidad y no sabía nada de ella. Me gustó la sinopsis y decidí darle una oportunidad. Cosa de la que no me arrepiento ni un poquito... Tiene una animación preciosa, varios giros que me sorprendieron mucho y para bien y la trama me pareció tremendamente interesante. Además, el grupo de protas es muy variado y se les coge cariño rápido.
En general, me ha parecido una película bastante buena y entretenida en la que se nos muestra un verdadero viaje al autodescubrimiento. Algo que nuestros protagonistas no esperaban encontrar, puesto que solo querían pasar una semana juntos y celebrar el cumpleaños de Aya antes de su inminente marcha. Y más sorpresa fue el encontrarse con un personaje que no esperaban y que les hará darse cuenta de que el mundo no es tan fácil y bonito como ellos imaginaban, sumidos aún en su inocencia juvenil, por lo que será a base de golpes de realidad como lo descubrirán; incluso poniendo en juego su propio futuro y luchando por ser mejores personas, tratando de no cometer los mismos errores que los adultos que hay a su alrededor, mientras les hacen ver a estos que no todo lo que hacen y/o dicen es correcto. Que también cometen errores y que deben tratar de no cometerlos o, por lo menos, enmendarlos y admitir que se equivocaron. Así es la vida, vamos creciendo, aprendiendo y tratando de vivir de la mejor forma de la que somos capaces... Ayudando siempre que podamos y aprovechando al máximo cada segundo de vida.
Resumiendo, Seven Days War me resultó muy agradable y tiene momentos que llegan al corazoncito. A parte de los problemas propios de cada uno de ellos, también nos hace un poco más visible la dura realidad que se vive en ciertos países y comunidades y de las difíciles situaciones que los adultos tienen que sortear en su día a día. Es un anime muy recomendable.
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