El doctor Bun trabaja como forense en el hospital de un pueblo pequeñito. Un día, le llevarán el cuerpo de una mujer fallecida por ahorcamiento pero, tras la autopsia, declarará que el resultado de la muerte no fue por suicidio. Sino asesinato. Esta declaración hará que su propia vida corra peligro si no cambia el informe, pero Bun no tomará en serio las amenazas que sufre hasta que desaparece uno de sus amigos, que es abogado fiscal. A partir de este momento, comenzará a investigar por su cuenta y las pistas le llevarán a un hombre llamado Tan.
Opinión:
Este es mi primer t-drama con conciencia de que es una serie thailandesa; es decir, seguramente habré visto cientos de películas de este país en la TV, pero sin saber que eran de allí.
Lo primero que me gustaría comentar es que me sorprendió mucho la calidad de la trama, los personajes, el ritmo de la acción (que hay de sobra, para mi alegría) y los acontecimientos que se dan. Me enganchó desde el primer momento y me tuvo con bastante intriga hasta el mismísimo final. Mención especial a los dos protagonistas, que hacen un papelón cada uno. Además, me llamó tremendamente la atención que mostraran con tanta naturalidad la relación y las escenas apasionadas entre ambos. ¡Como debe ser! Pero sabiendo que en Asia en general apenas se ven escenas BL tan explícitas en series y películas, pues me pareció todo maravilloso.
A parte del romance, que ni mucho menos es el pilar central de la historia, pero sí que es importante, nos encontraremos con una profunda trama de investigación sobre ciertos temas escabrosos como son la prostitución, las mafias y el tráfico de drogas, entre otras cosas. Pese a que son cuestiones que estamos hartos de ver en casi cualquier producción del país que sea, me gustó cómo se va desarrollando cada asunto. Cómo se entremezclan y cómo se lo muestran al espectador, de forma que le van a trapando en sus redes sin que se dé cuenta. Y el desenlace me pareció estupendo. Con alguna cosilla extraña de por medio a lo largo del camino, pero todo bien hilado. Lo mejor: que tiene final más que cerrado. Algo raro de encontrar hoy en día.
Pero no todo me pareció estupendo... porque también hay cada cosita que es para cubrir con un tupido velo y mandarlo al olvido. Ejemplo: un detective, joven, en sus veintitantos, al que le podrían haber dado una camisa de su talla. Detalle que, imagino, no habrá pasado desapercibido por quienes hayan visto la serie. El pobre hombre, mazao a más no poder, se notaba que el traje le quedaba más que pequeño. Ni idea de cómo podía respirar la criatura sin que se le saltaran los botones. Esto quedaba ridículo, cuanto menos. No sé si esto está hecho a posta para que nos riamos o qué.
Resumiendo... Manner of Death me pareció muy buena serie. Con sus fallitos, pero buena a fin de cuentas. No me importaría volver a ver sus 14 hipnóticos capítulos dentro de un tiempo. Admito que me dio un poco de pena que terminara, pero el mayor disfrute fue comprobar, como dije unas líneas más arriba, que no queda suelto ningún punto.
Por último, un poco de salseo antes de dejaros el trailer, que nunca está de más: Max y Tul son bellos ♥
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